AMISTAD

AMISTAD

sábado, 22 de febrero de 2014

COMO RECUPERAR Y CUIDAR UNA AMISTAD

Nuestra vida, como un cuento, está llena de personajes que le dan sentido, de amigos que llegan y, a veces, también se van. Pero muchas de estas amistades no desaparecen para siempre. Podemos recuperarlas y rescatar así partes muy valiosas de nuestra historia. Si miramos hacia nuestro pasado y pensamos en todas las amistades que hemos tenido, seguramente se despertarán en nosotros sentimientos muy variados. Con ellas compartimos ilusiones, lugares, aficiones, gustos, valores... En definitiva, experiencias que nos enriquecieron y nos hicieron como somos. Probablemente muchas de estas amistades se perdieron en el camino, mientras que otras sobrevivieron. Los amigos forman parte de nuestra identidad. Si los perdemos, perdemos también una parte de nosotros. Por esta razón es tan positivo recuperar las amistades valiosas, porque con ellas recuperamos pedazos olvidados de nuestra historia pasada y podemos vivir con más intensidad el presente.

Dar y Recibir
La chispa de la amistad surge espontáneamente cuando dos personas se caen bien y desean estar juntas. Pero mantener la amistad no es tan fácil, ya que requiere de un esfuerzo por ambas partes. Si somos descuidados con las amistades, corremos el riesgo de perdernos relaciones preciosas.

Para hacer crecer la amistad es necesario dar de forma altruista, sin esperar nada a cambio. Dar nuestro saber, nuestro tiempo o nuestras pertenencias para el bien del otro. También es esencial saber tomar y agradecer lo que el otro nos ofrece. Finalmente, es indispensable ser fiel al compromiso que la amistad conlleva para que el otro pueda confiar en nosotros. Esto significa simplemente estar con el otro y respetarlo. De la misma manera, hay que confiar en nuestro amigo y pedirle lo que necesitemos de él. Así, poco a poco, vamos cultivando la amistad.


Un lugar en el corazón
Las amistades van y vienen con el flujo de la vida. De los treinta o cuarenta amigos que frecuentábamos en el instituto o la universidad, con el tiempo quizás haya contactado con tan sólo uno o dos. Son aquellos con los que existe una mayor afinidad, con los que se ha evolucionado de una forma parecida.

A medida que cambiamos, cambian las personas que nos acompañan. Todos estaremos de acuerdo en que es imposible mantener la relación con todas las amistades del pasado. Algunas inevitablemente desaparecen para dejar lugar a nuevas relaciones.

Pero, aunque no podamos recuperar todas las amistades, sí podremos conservar un buen recuerdo de ellas. Se trata de dar un lugar en nuestro corazón a todas las personas que han sido amigas, tenerlas presentes porque el afecto entre dos amigos nunca muere. Nuestra capacidad para querer es infinita así que, cuantos más amigos tengamos, mejor.


Resolver antiguos conflictos

¿Y qué pasa con las amistades que acabaron mal? Cuando una relación se rompe por un conflicto, el recuerdo del amigo queda empañado por el rencor. En estos casos, recuperar la amistad implica afrontar el problema. Casi siempre el tiempo ofrece una nueva perspectiva y recursos que permiten desencallar aquello que se atascó en el pasado. Primero, hay que conseguir ponerse en el lugar del otro y entender su forma de sentirse, actuar y pensar. Después, debemos darnos cuenta de nuestras emociones y de nuestras necesidades en relación al amigo, este proceso puede finalizar con el encuentro sanador donde se acepten las diferencias y puede reanudarse la relación. A veces no es posible ningún encuentro. Entonces tendremos que cerrar el asunto pendiente internamente y recuperar un buen recuerdo de la amistad.


El placer del Reencuentro 

Si no olvidamos al amigo, puede suceder que la vida nos lo vuelva a acercar. Tras el reencuentro a veces se retoma la relación en el mismo punto donde se dejó. Otras veces uno se da cuenta de que ya no es lo mismo que antes... En cualquier caso, es bueno aprovechar la oportunidad para contactar y profundizar. Podemos preguntarnos si tenemos algo pendiente o algo que aprender del reencuentro. O, simplemente, disfrutar una vez más de su compañía. Poner lo mejor de nosotros nos recompensará.
Existen múltiples circunstancias por las que podemos perder una amistad, como cuando la descuidamos, la olvidamos o algún conflicto irresuelto nos aleja de ella. Pero podemos recuperar la amistad si la cultivamos tanto internamente (cerrando asuntos pendientes, agradeciendo...) como externamente (comunicándonos, viéndonos...)
La amistad es un valor precioso que trasciende el paso del tiempo. Los antiguos amigos siguen siéndolo si guardamos lo que sentimos por ellos en nuestro corazón. Así estaremos más abiertos a los nuevos amigos que tengan que venir. Y, si la vida nos da la oportunidad de reanudar una amistad, no dudemos en aprovecharla.


CÓMO CUIDAR LA AMISTAD

Revisa tus relaciones
Para recuperar viejos amigos, podemos escribir una autobiografía centrada en nuestras relaciones. Puedes recordar con la ayuda de fotografías antiguas. Empezando por la infancia, pasa por todas las épocas de tu vida siguiendo el rastro de las amistades. Analiza qué te aportaba cada una, qué les aportabas tú y cómo evolucionó la relación. Al rescatar del olvido a personas que fueron significativas, revivirás experiencias que te marcaron y entenderás mejor cómo eres.



Organiza encuentros
La amistad está hecha de momentos compartidos. Es necesario verse, conversar o hacer actividades para recuperar una amistad. No dudes en dar el primer paso para quedar con aquel amigo al que tanto hace que deseas ver. No importa el fin del encuentro, lo principal es reunirse y dejarse tiempo para estar juntos. Ya lo decía Antoine de Saint Exupéry en El principito: “Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante”. El tiempo que pasamos con el amigo no es un tiempo perdido sino que es un tiempo aprovechado, ganado, vivido.

Cierra asuntos pendientes
Es triste separarse de un amigo a causa de un conflicto mal resuelto. Si resolvemos el problema que nos distanció, podremos recuperar la relación o un buen recuerdo de ella. Será necesario decir, hacer, pensar, o sentir aquello que en su momento no pudimos o no supimos. Una vez que nos quedemos en paz, se abrirá una nueva posibilidad para la relación, y el afecto podrá caminar fluyendo.


Agradece lo que has recibido
Muchas veces damos por sentado lo que nos dan y nos olvidamos de agradecerlo. Sin embargo aquello que nos ofrecen gratuitamente es un bien muy precioso que debemos saber reconocer con nuestro agradecimiento. Si tenemos amigos pero no sabemos valorar lo que nos regalan, es probable que acabemos perdiéndolos. Tomar con gusto lo que viene de los amigos y darles las gracias sinceramente es un paso importantísimo para recuperarlos.

Sé generoso
En la amistad eres responsable de lo que cosechas, así que es importante ser generoso con el otro. No se trata de presentes materiales, podemos dar comprensión, regalos, tiempo, apoyo,.. Ser generoso a veces significa tan sólo pensar en el otro o sentir la alegría de saberlo vivo. No debemos olvidar que no importa la cantidad de tiempo que uno está con el amigo sino la calidad. Hay que aprovechar cada minuto con los amigos para poder luego disfrutar de horas con ellos en nuestro recuerdo. En la amistad, cuanto más das, más tienes.

Amplía tu red de relaciones
Abre tu corazón a todas las amistades de tu vida, tanto las del pasado como las del presente, así como las del futuro. Aunque parezca increíble, existe un lugar para todas ellas porque para el amor no hay límite. Recuperando a los antiguos amigos lograremos comprendernos y aceptarnos mejor. Con los amigos del presente disfrutaremos más de la vida. Y estando abiertos a los amigos que están por venir, a las nuevas relaciones que pueden surgir en el momento menos pensado, mantendremos viva la llama de la ilusión y la esperanza.

PASOS PARA TENER UNA BUENA AMISTAD

Como con cualquier otra relación, las amistades requieren un poco de trabajo para mantener el orden en ellas y ayudarlas a crecer. Sigue leyendo algunos consejos sobre cómo mantener una gran amistad y para continuar nutriendo dicha amistad.
Muestra apreciación.

A veces conocemos a una persona por mucho tiempo, que empezamos a darla por sentado. Este no tiene por qué ser tu caso. 

Siempre agradece a tu amigo cuando haga algo bueno por ti. 

Regresa el favor cuando haga algo para ayudarte. 

Haz pequeñas cosas por él/ella, como comprarle un dulce, invitarle la comida, o regalarle algo en su cumpleaños. 

Dile a tu amigo lo mucho que lo aprecias. Esto no tiene que ser incómodo ni en un discurso súper larguísimo que tengas preparado. Puede ser tan simple como decirle, “Oye, muchas gracias por siempre estar ahí cuando lo necesito. Realmente lo aprecio mucho.

”Muestra interés en la vida de tu amigo. Una buena amistad debe de ser por dos partes – y con suerte, tienes un amigo que también te demuestra interés. 

Sé un buen oyente. Cuando tus amigos te hablen sobre algo que pasa en su vida, realmente escucha. Una buena relación se construye en la comunicación así que no ignores a tu amigo. 

Tómate el tiempo de escuchar realmente lo que dice, y ofrécele consejos cuando te los pida. 

No te pongas a jugar con el celular si te está hablando.Si tu amigo está involucrado en una actividad que realmente les importa, muestra soporte e interés. Ofrece ir a sus eventos. Por ejemplo, si tu amigo juega en algún equipo o actúa en alguna obra, ve al juego o a la obra y anímalo. Construye la confianza. Esto puede parecer simple, pero ambos deben demostrarle al otro que puede confiar con uno y depender de uno.

No chismees sobre tu amigo. Los chismes se dispersan rápidamente, y no querrás lastimar a tu amigo ni dañar la relación. 

Mantén tus promesas, incluso si son algo pequeño como llegar a la hora en la que quedaste. 

No vayas detrás de su espalda. Esto incluye el coquetear con su novio/a o invitar a otros amigos sin incluirlo a él/ella. 

Mantén los secretos a salvo. Si tu amigo te dice algo personal, no lo compartas con otras personas. Necesitan saber que pueden confiar contigo. Diviértanse juntos. Esto puede ser obvio, pero a veces caemos en una trampa de usar a nuestros amigos como apoyo emocional y no nos tomamos el tiempo de disfrutar de su compañía. Haz cosas que ambos disfruten haciendo juntos. 

Aprende algo nuevo. Vayan a escalar o a una clase de manualidades, vayan a un crucero juntos o prueben una clase de Zumba. La experiencia los unirá más. 
Haz una invitación abierta. Llámale a tu amigo y pregúntale que ha querido hacer. Puedes decirle, “Deberíamos juntarnos este fin de semana. ¿Qué estaría divertido?” 
Hagan una fiesta juntos. Celebren su amistad, un cumpleaños o cualquier cosa. 
Planeen una tarde divertida. Invita a tu amigo a cenar y pasen la tarde cenando, tomando, jugando juegos de mesa o viendo sus películas favoritas.

El Valor De La Amistad


Ninguna relación puede funcionar si no aceptamos a las personas como realmente son en su vida pública. Como seres humanos tendemos a querer cambiar a los demás y hacerlos a la manera que a nosotros nos parecen que deben ser.

Es cierto que debemos ser una influencia positiva para los demás; no hay nada malo que imitemos lo bueno de ellos y que ellos, a su vez, imiten lo bueno de nosotros, pero los cambios que se realizan en una persona deben hacerse porque ella así lo desea y no por nuestro afán de cambiarla.


Hay seres humanos que no tienen amigos, porque quieren que las personas con quienes se relacionan sean perfectas, pero, hasta donde se sabe, aún no nace la persona perfecta, solamente el ente perfecto es Dios.

Todos tenemos defectos. Muchos de nuestros defectos son productos de la herencia de nuestros padres y abuelos, la educación, el medio. Cuando una persona confía en nosotros y nos demuestra su afecto, debemos ver lo positivo que hay en ella y la oportunidad de enriquecernos aprendiendo de sus virtudes y aceptándola con sus defectos, que son muchos.

Muchas de las grandes amistades que han existido se han formado entre personas totalmente diferentes tanto en carácter como en pensamiento, y muy diferentes entre sí. El cine y la televisión, a través de su historia, han creado a los personajes de muchas de sus series basados en este simple principio.

Es importante entender que todos somos diferentes y que la verdadera amistad consiste en armonizar nuestras diferencia y apreciar más a fondo lo mejor de nuestros amigos, aceptando aquello que no es placentero, pero que forma parte de su carácter y personalidad.

La lealtad es quizás la característica, por excelencia, de una buena amistad. Algunas veces, por trabajo, estudios u otras preocupaciones, no es posible muchas veces ver a los amigos con la frecuencia que quisiéramos. Llamar a nuestros amigos por lo menos para saludarlos ó escribirles, y saber cómo están tanto de salud como por su familia, es una forma de lealtad; obviamente olvidarnos de ellos es una deslealtad de nuestra parte.

Quizás la forma clásica de demostrar lealtad hacia nuestros amigos, es impedir a toda costa que otras personas hablen mal de nuestros amigos, cuando no están presentes y no se pueden defender de ese ataque. Esto no es fácil. Es necesario armarse de valor para decirle a quien habla mal, que se detenga en ese momento, y que si tiene que decir algo de nuestro amigo ó amiga, que lo diga de frente a las personas que insultó.

También se demuestra la lealtad estando con nuestros amigos ó amigas en las buenas ó en las malas. Especialmente si están enfermas. Es más, la verdadera amistad se demuestra en los momentos de prueba, en los momentos más difíciles.

Es muy común que cuando una persona vive en la prosperidad le sobren amigos. Esto es fácilmente observable entre los artistas de cine, los deportistas famosos, y otras personas que hacen vida pública y ganan por supuesto mucho dinero. Pero, ¿qué sucede cuando se acaba el dinero? La gran mayoría de los pseudo amigos desaparecen de la faz de la tierra. En una verdadera amistad no hay interés material, el único interés que prevalece es el que se tiene por la persona misma. Interés por disfrutar juntos lo positivo de la vida; interés por crecer juntos; interés por aprender juntos; interés por disfrutar de la compañía de los amigos sin importar si son ricos ó pobres, si te pueden dar algo ó no.

Muchas personas tienen amigos sólo para su beneficio propio. El interés genuino se manifiesta en las personas, no en las cosas materiales.

Como amigos podemos sentir empatía y solidarizarnos especialmente con el sufrimiento de quienes queremos de verdad. Los verdaderos y auténticos amigos tienen la capacidad de entender y compartir los problemas, los sentimientos, las alegrías, en fin, las emociones en sí mismas, pero sin hacer juicios. Cualquier alegría es mucho más grande, cuando se comparte con alguien; cualquier tristeza es más llevadera cuando se puede descargar en un amigo ó una amiga.

LA AMISTAD EN UNA CAJITA DE CRISTAL


La amistad es una cajita de cristal. Pequeña, transparente, donde guardas allí dentro todos tus pensamientos, ideas, cariño y amor.

Un cristal fino donde te reflejas. Material en el que están hechos tus sueños. Son porciones de tu corazón que intentas que no se rayen nunca. 
Un amigo es más que una persona. Algo que no es físico, algo que siempre llevas. Es eso que recoges por el camino y guardas en tu cajita de cristal, cuidadosamente acomodado en su interior de terciopelo. Todo eso en lo que crees, en lo que confías, en lo que sientes. 
Eso que más allá del mundo encuentras. Eso que te abraza cuando piensas que no puedes más. Algo que lamentas no ver. Porque el amigo no se ve, no se toca, no se huele. Simplemente lo sientes. Y, aunque se encuentre sentado a tu lado, tú nunca lo ves como la materia física que es. Su esencia oculta entre los pliegues del terciopelo de tu cajita de cristal. 
A veces lo miras a los ojos. A veces sientes su presencia. 


Sin embargo, el amigo no es la persona que ves. Es la persona que sientes. 

Es aquello por lo que darías todo. 
Menos tu cajita de cristal…


FRASES DE AMISTAD

"LA VERDADERA AMISTAD ES LA QUE SIGUE A TU LADO INCLUSO CUANDO NO TE QUEDA NADA POR OFRECER"

Hoy les quiero hacer llegar algunas frases de amigos que me parecieron interesantes... 

La amistad es como la salud:

Nunca nos damos cuenta de su verdadero valor hasta que la perdemos.

Cultivar un verdadero amigo requiere dedicación y tiempo.
Un verdadero amigo es alguien capaz de tocar tu corazón desde el otro lado del mundo.
Un verdadero amigo es aquel que entra cuando todos los demás se van.
Un verdadero amigo es alguien que te conoce tal como eres, comprende dónde has estado, te acompaña en tus logros y tus fracasos, celebra tus alegrías, comparte tu dolor y jamás te juzga por tus errores.
Quién descubra la verdadera amistad, se encuentra con un tesoro.
La amistad duplica nuestras alegrías y divide nuestra tristeza.

Una respuesta honesta es señal de una amistad verdadera.
Es muy difícil encontrar un buen amigo, más difícil todavía dejarlo e imposible olvidarle.

Espero que les hayan gustado las frases.